Raúl, Clara, Sergio, Alejandra y Beatriz son cinco ejemplos de que la práctica deportiva es la herramienta ideal para fomentar la inclusión y el bienestar.
Cinco jóvenes con discapacidad de entre 15 y 19 años se ponen el chándal una vez por semana en el gimnasio de la Residencia Pomarón, donde socializan y se divierten participando en ejercicios y juegos.