18 Diciembre, 2024

La pequeña tristeza

La pequeña tristeza

Autora: Laura Tremps

Ficha técnica

Título: La pequeña tristeza.

Autora: Anne Herbauts

Editorial: Océano Travesía

Edición: 2009

Número de páginas: 28

ISBN: 9786074002133

Resumen del cuento

Archibaldo es un oso que todas las mañanas, al despertar, se estira levantando su hocico hacia el sol. Sin embargo, aquel día no logró encontrarlo, pues tenía sobre él una pequeña nube, una pequeña tristeza, que le seguía a todas partes. Archibaldo se esforzaba mucho por deshacerse de ella, pero no lo lograba de ninguna forma. Probó a correr muy deprisa, a soplarla, a comer desesperadamente... Pero nada funcionó. Así que nuestro protagonista se puso tan triste que empezó a llorar, y al mismo tiempo empezó a llorar la nube, cayendo sobre él una fina lluvia que hizo que se deshiciera hasta desaparecer. Archibaldo, tras ese llanto, se sintió mucho mejor; se sintió tan bien que logró volver a ver los rayos de sol que tanto le gustaban.

La pequieña tristeza

Reseña del cuento

"La pequeña tristeza" es un cuento de texto breve, pero con un contenido muy interesante para trabajar con los peques. En él se aborda el sentimiento de la tristeza, que en tantas ocasiones se trata de evitar por estar considerada como una emoción desagradable. Sin embargo, la tristeza nos aporta beneficios muy necesarios para niños y adultos: nos invita a la introspección, a la reflexión, a mirar hacia adentro. Además, gracias a ella podemos también valorar la alegría. 

Por ello, este cuento resulta muy interesante para contárselo a los peques, puesto que nos da pie a hablar acerca de la tristeza, y cómo se manifiesta en nuestro cuerpo. Y es que los niños/as no nacen con un diccionario de emociones debajo del brazo, sino que tenemos que ayudarles a identificar cada una de ellas para luego poder acompañarlas y abordarlas como sea necesario. Una vez identificado en qué partes del cuerpo sentimos la tristeza, será más fácil reconocerla cuando suceda en nosotros. 

Posteriormente podemos indagar en qué aspectos nos hacen sentir tristes, pero no con el objetivo de evitarlos a toda costa, sino de entender que es una emoción que todos sentimos en algún momento y no pasa nada por ello. También podemos hablar sobre aquello que nos ayuda a deshacernos de esa tristeza, y crear un banco de recursos personal al que acudir cuando se sientan así.

Los adultos con frecuencia tendemos a evitar que los niños/as se sientan tristes, pero esto es un gran error. Lo mejor es acompañarles en este proceso, pues es de la única forma en que aprenderán a gestionar esta emoción adecuadamente para que en un futuro la sepan manejar por sí solos.

La pequeña tristeza

 

Recursos

Para aprender a identificar la tristeza podemos hacer un dibujo de un cuerpo humano, e invitar a los peques a marcar con un círculo o con una pegatina dónde sienten su tristeza cuando esta se dé. Igualmente podéis hacerlo vosotros, papás y mamás, para servirles de ejemplo a vuestros hijos. De este modo les ayudaréis a tomar mayor conciencia de esta emoción en su propio cuerpo.

Una vez identificada la tristeza, podemos fabricar una nube con una cartulina blanca, y colgar de ella unas gotas de cartulina de colores con trocitos de lana. En estas gotas podemos escribir o dibujar situaciones o hechos que nos hacen sentir tristes. 

Por último, os proponemos plasmar por escrito o con un dibujo qué cosas nos hacen sentir mejor cuando estamos tristes. Por ejemplo, darle un abrazo a alguien a quien quieres mucho, acurrucarte en el sofá, llorar, hablar sobre lo que te sucede, dar un paseo por la naturaleza, acariciar a tu mascota, etc. Estos recursos no tienen por qué ser los mismos para todos, sino que es cuestión de probar qué cosas le funcionan a cada uno para sentirse mejor, y dejarlas a mano para recurrir a ellas cuando lo necesitemos.