Si a pesar de la motivación que nos genera realizar un viaje, en ocasiones puede ser agobiante para todos, cuando lo hacemos con peques con discapacidad se intensifica esa sensación de nervios, incertidumbre, miedo… Y nos vienen a la cabeza dudas como: “¿Cómo lo voy a entretener tanto rato? ¿Cómo lo vivirá el niño/a? ¿Molestará a las personas que estén cerca de nosotros? ¿Nos llamarán la atención?” etc.

Por ello, os queremos ofrecer algunos consejos generales:

• Tratad de planificar los desplazamientos para disponer de más tiempo del necesario para realizarlos. Esto permitirá que vuestros niveles de estrés o miedo a perder el viaje disminuyan
• Utilizad apoyos visuales para tratar de anticipar o aumentar la comprensión de lo que está viviendo el peque.
• Pensad que, independientemente de su discapacidad, es un niño/a, y como tal, necesita moverse, gritar, mostrar su enfado o su aburrimiento como cualquier otro peque de su edad.
• El entorno no tiene por qué entender lo que el niño/a necesita. Explicar de una manera natural y sencilla sus necesidades facilitará la comprensión de los que se encuentran a su alrededor. Este suele ser un paso costoso para las familias, ya que con frecuencia surgen pensamientos como “no quiero que se enteren” o “¿cómo lo explico?”, y en ocasiones no sabéis cómo actuar. Si lo necesitáis, podéis pedir consejo sobre esto a vuestra profesional de referencia.
• Teniendo en cuenta sus preferencias sensoriales y de juego, ofrecedle alternativas para hacer que se encuentre tranquilo y entretenido. Si necesitáis orientaciones al respecto, consultad a vuestra profesional de referencia.
• No os olvidéis de tener a mano agua o comida para satisfacer sus necesidades básicas.

Si vais a viajar en coche…

• Realizad tantas paradas como consideréis necesarias, y aprovechadlas para que el niño/a pasee, camine o corra durante unos minutos.
• Utilizad la música como herramienta. Podemos favorecer su activación con su música favorita, rápida, con letra…, o por el contrario, dirigidlo hasta llegar a un estado de calma con música pausada, más lenta, sin voz…
• Intentad tener en cuenta la calidad y las horas de sueño del niño/a para programar el viaje. Quizá comenzarlo con el peque durmiendo ayuda a que aguante mejor su duración.

Podéis aprovechar el trayecto para entretener a vuestro hijo/a con juegos que no conlleven riesgo para su seguridad. Si deseas obtener algunas ideas, pulsa aquí.

Si vais a viajar en avión…

• Debéis saber que en muchos aeropuertos existe la posibilidad de solicitar Distintivos de discapacidades invisibles. Estos distintivos indican que la persona puede necesitar apoyo, ayuda, o simplemente comprensión y un poco más de tiempo ante cualquier actividad en el aeropuerto. Os dejarán esperar en salas más tranquilas y silenciosas, tendréis prioridad en los embarques, etc. Sirve para que todo el personal del aeropuerto pueda identificar con facilidad que requiere de esta atención especial.

Podéis ampliar información sobre estos distintivos por internet, o llamando directamente al aeropuerto en cuestión.

De no existir esta posibilidad, siempre podéis hacer vosotros algún tipo de identificación que pueda llevar el pequeño. Para ello, es aconsejable utilizar los símbolos universales de cada diagnóstico, y crearlo en el idioma conveniente, pudiendo hacerlo por un lado con la información en español, y por el otro con el idioma del lugar de destino.

• Tened en cuenta que el ruido y el cambio de presión puede molestarle a nivel auditivo. Es una buena opción ofrecerle cascos y algún tipo de mordedor (o algo que masticar) que pueda usar durante el despegue y aterrizaje.

Si vais a viajar en tren…

• Renfe cuenta con el Servicio de Asistencia, especialmente dirigido a personas con discapacidad o movilidad reducida. Se requiere la contratación de dicho servicio durante el proceso de compra de los billetes. Contemplad las necesidades que puedan existir debido a dificultades de movilidad, discapacidad auditiva, intelectual o visual. De esta última, cuentan con un servicio exclusivo. 
• Utilizad distintivos que sean fácilmente reconocibles por el entorno y que sirvan para entender que el peque puede necesitar más apoyo o comprensión.

Y por último… ¡tratad de disfrutar todo lo posible! ¡Seguro que al final pasáis unas vacaciones inolvidables!