Desplazarnos de un lugar a otro es actualmente una actividad cotidiana. Es frecuente tener que ir en coche para acudir a las actividades de los peques (colegio, extraescolares, visitas a familiares, etc.), para hacer escapadas de fin de semana, o incluso para hacer un viaje más largo en vacaciones. Independientemente de la duración del trayecto, es fundamental transportar a los peques de la forma más segura para ellos. Esto se logra con sistemas de retención infantil (SRI) que, además de homologados, sean respetuosos con su peso y altura, así como con un adecuado sistema de arnés o cinturón que asegure una posición adecuada incluso en caso de un posible impacto. Y es que no podemos olvidar que los accidentes de tráfico son la primera causa de mortalidad infantil en España.

¿Qué debemos pedirle a un SRI para que sea seguro?

• Retención: que sujete al niño/a.

• Absorción: que absorba buena parte de la fuerza del impacto.

• Desviación de la energía: que desvíe la energía sobrante a partes del organismo que sean capaces de soportarlo.

¿Cómo saber si debo cambiar la silla del coche?

Para saber si es momento de comprar una silla nueva para tu hijo/a deberás tener en cuenta lo siguiente:

• Límites de normativa: la homologación establece unos límites de peso y altura que no se deben superar, y se pueden consultar en las pegatinas de los laterales de la silla o en el manual de instrucciones.

• Límites de constitución del niño: los hombros no deben chocar con el cabezal, y la cabeza debe quedar dentro del mismo, nunca superarlo.

• Límites de caducidad y estado de la silla: los materiales y componentes de la silla (broche, arnés, sistemas anti-rotacionales y carcasa) deben estar en buen estado.

• Tras un accidente en el que han saltado los airbags, aunque sea leve y haya sucedido yendo a poca velocidad.

Requisitos de los SRI recomendados desde el nacimiento hasta los 18 Kg y 105 cm altura

• La forma más segura de viajar para los niños/as es a contramarcha, es decir, con una silla de coche colocada en el asiento trasero instalada con isofix o cinturón de seguridad y mirando hacia atrás.

• La silla tiene que contar con un arnés de 5 puntos que salga por detrás unos 2 cm debajo de los hombros del niño/a de forma que los envuelva, y nunca por encima del hombro.

• Las sillas a contramarcha, además de estar homologadas, deberían poseer el sello Plus Test, el cual nos va a garantizar que ha pasado todos los controles que garantizan la seguridad infantil y que aspira a cero lesiones.

• Además, todo sistema de retención infantil a contramarcha deberá contar con dos elementos de seguridad llamados sistemas anti-rotacionales: el sistema antivuelco (pata de apoyo o top tether), y el sistema antirretroceso (arco anti-retroceso, lower tether o propia carcasa de la silla).

Esta posición deberá mantenerse, como mínimo, hasta que el peque pese 18 kg y mida 105 cm., que suele ser en torno a los 4 años aproximadamente. No obstante, es recomendable mantenerlos a contramarcha incluso hasta los 25 kg y 125cm, aumentando así la seguridad más tiempo. Y es que la cabeza de un adulto corresponde a un 6% del cuerpo, mientras que la de un niño menor de dos años corresponde al 20%, siendo la zona cervical la más vulnerable y con mayores posibilidades de lesiones graves en caso de impacto. A su vez, la pelvis de un niño en proporción, es mucho más pequeña e inmadura que la de un adulto.

Requisitos de los SRI recomendados a partir de los 18 Kg y 105 cm altura

Puede plantearse el cambio a una silla a favor de la marcha, es decir, colocada sobre el asiento trasero del coche y mirando hacia delante, aunque si las características del vehículo y familia lo permiten, lo ideal es mantenerlos a contramarcha el mayor tiempo posible.

• Este tipo de sillas no deben llevar arnés, ya que éste bloquea los hombros y hace que, en caso de accidente, la cabeza sea lanzada con una fuerza que el cuello no puede soportar. Por ejemplo, los pilotos de carreras sí que llevan arnés, pero también llevan un sistema llamado “Hans” para evitar este tipo de lesiones, el cual no se usa en los niños.

• Deberán poseer unas guías para que el cinturón del coche quede apoyado sobre las partes duras de la clavícula y pelvis, evitando que el niño/a pueda llegar a deslizarse por debajo del mismo (también conocido como efecto submarino).

• Tienen que garantizar una distancia mínima de 45 cm. desde la punta de la nariz del niño hasta el asiento delantero.

Sistemas de Retención Infantil desde los 125 cm.

El último sistema de retención infantil sería el alzador sin respaldo, que se usa cuando los niños mantienen la posición y tienen la altura adecuada (en torno a los 8 años) para que el cinturón pase por donde debe; esto es, encima de la clavícula, encima del esternón y horizontal por encima de los muslos o la parte baja de la pelvis.

Recomendaciones generales sobre los SRI

Por todo lo expuesto, es fundamental comprar los sistemas de retención infantil para vehículos en una tienda especializada, ya que no todas las sillas sirven para todos los coches, ni para las características de cada familia. Evitaremos, por tanto, comprarla por internet, porque es fundamental probarla antes en el coche y valorar aspectos como la protección de la cabeza, el reclinado y el tiempo de uso que se le va a dar a la silla. Además, en estas tiendas especializadas nos enseñarán a colocar la silla y a ajustar al niño/a en ella atendiendo a los aspectos descritos anteriormente. También nos darán más pautas de seguridad, como por ejemplo evitar siempre llevar abrigos durante el viaje por breve que sea porque impiden mantener un buen ajuste, no dar de comer en el trayecto, o respetar el espacio de las piernas de los ocupantes delanteros del vehículo, entre otras.

Esperamos que esta información sea útil para que podáis disfrutar de vuestros trayectos y viajes con los peques de manera segura.