Cuando se acerca el buen tiempo muchas familias comienzan a plantearse retirar el pañal a sus peques, pero en muchas ocasiones surgen dudas que vamos a tratar de solucionar a continuación.

Mi hijo/a se va a escolarizar en septiembre. ¿Cuándo es el momento idóneo para retirar el pañal?

La realidad es que no existe una época del año ideal para dejar el pañal. Lo recomendable es que sea el niño/a quien lo deje cuando se sienta preparado para ello. El control de esfínteres es un proceso neurológico que, por mucho que lo queramos forzar, solamente se llevará a cabo con éxito cuando alcance la madurez necesaria.

Y es que, aunque a los adultos nos viene fenomenal que esto ocurra cuando empieza a hacer calor por si hay algún escape hasta que el control de esfínteres se instaura (los peques no cogen tanto frío si se mojan un poquito, más facilidad para secarse la ropa o las sábanas que lavamos, etc.), la realidad es que serán vuestros peques los que os darán las pistas para saber en qué momento proponerles dejar el pañal y poder así acompañarles en este proceso de manera respetuosa.

¿Qué señales indican que el niño/a está preparado para dejar el pañal?

Sabremos que nuestro peque está preparado para dejar el pañal cuando se observen varias de las siguientes señales:

• Le molesta el pañal mojado o manchado.
• Notamos señales de que tiene pis/caca antes de llegar a hacerse encima: se mueve más, se va a un rincón y se agacha sin motivo aparente, cruza las piernas, se toca el pañal, etc.
• Puede permanecer periodos de tiempo (unas dos horas) sin mojar el pañal. Es capaz de hacer un “gran pis” y no “pises cortitos”; esto es indicador de que los músculos de la vejiga son capaces de retener la orina.
• Avisa de que tiene pis/caca antes de hacerse encima, sea de manera verbal o gestual.
• Muestra interés cuando otros miembros de la familia van al wáter, e incluso quiere imitarlos.
• Puede permanecer un ratito sentado en el wáter.
• Se muestra orgulloso/a cuando logra hacer pis o caca en el wáter: te lo quiere enseñar, muestra curiosidad por las formas o colores, etc.
• Es capaz de llevar a cabo, aunque sea de manera aproximada, el movimiento de subir/bajar la ropa.
• Se observa cierta regularidad en el ritmo para evacuar.

Una vez detectamos que el peque está preparado para dejar el pañal por el día, lo ideal es informarle y ofrecerle la opción de retirarlo. Si tiene la capacidad de comunicarse con nosotros/as y se muestra de acuerdo, podéis acordar juntos qué día empezar a dejar de utilizarlo, y trataremos de no volver a poner el pañal en beneficio del adulto. Por ejemplo, no ponérselo aunque vayamos a estar fuera de casa varias horas, o vayamos a hacer un viaje largo en coche. En estas situaciones lo mejor es que nos adaptemos al ritmo del peque, ofreciéndole ir al baño cada 1´5 o 2 horas, o cada vez que detectemos su necesidad. Sin embargo, si es el niño/a quien nos pide retomar el uso del pañal, quizá todavía no esté preparado física y/o emocionalmente para su retirada, por lo que lo recomendable es volver a su uso y esperar un tiempo para volver a abordar este asunto.

El pañal nocturno y en la siesta (si todavía hace siesta) se puede mantener un tiempo más si es necesario.

Mi peque controla esfínteres de día, pero de noche no. ¿Es normal?

Sí, es habitual que el pañal nocturno cueste más dejarlo, porque implica que los músculos de los esfínteres retengan el pis o la caca durante más horas seguidas. Además, a veces los niños/as entran en un sueño tan profundo que les cuesta darse cuenta de la necesidad de hacer pis/caca. No hay problema en emplear pañal nocturno por más tiempo, aunque por el día ya no lo utilice. Dadle tiempo a vuestro peque; notaréis que es el momento de dejar el pañal nocturno cuando lo retiréis por la mañana y esté seco por varios días consecutivos. Si esto no se logra más allá de los 6 años (aproximadamente), consultad con su pediatra.

¿Qué es mejor utilizar, orinal o wáter?

Lo ideal es emplear el wáter desde un primer momento puesto que, si utiliza el orinal, pronto o tarde habrá que hacer el cambio al wáter. No obstante, hay peques que sentarse en la taza del wáter les asusta por miedo a caerse dentro; en estos casos se aconseja probar con un adaptador que reduce el agujero y les ofrece más seguridad. También se recomienda colocar un escalón o taburete junto al wáter para que puedan apoyar los pies mientras hacen pis/caca para darles más estabilidad.

Si preferís utilizar el orinal, lo recomendable es que lo coloquéis dentro del cuarto de baño para que los peques asocien que hacer pis/caca se hace en esta parte de la casa y no en cualquier otra.

A mi hijo/a le está costando más controlar el pis/caca que a su hermano/a.

Algunos peques lo controlan muy rápido, mientras que otros necesitan un poco más de tiempo para hacerlo, y no pasa nada. Es importante no comparar, es un proceso fisiológico que cada niño desarrolla en un tiempo determinado, puesto que cada peque es único e irrepetible.

Además, es fundamental no castigar ni ridiculizar si hay escapes. Tened en cuenta que el control de esfínteres no suele darse de un día para otro, sino que es un proceso, y como tal, conlleva su tiempo. Vuestra reacción ante estas fugas puede ayudar a que se extingan poco a poco o, por el contrario, favorecer que se repitan. Lo ideal es dar naturalidad: explicarle que no pasa nada si se le escapa el pis/caca, que está aprendiendo a controlarlo, y que se puede cambiar de ropa y recoger lo que se haya ensuciado, ofreciéndole hacerlo juntos. Darle seguridad y colaboración en el proceso resulta positivo.

Veo a mi peque preparado/a, pero estamos a punto de mudarnos de casa. ¿Es un buen momento para probar a dejar el pañal?

No, lo recomendable es empezar el proceso de dejar el pañal cuando sea un momento emocionalmente estable para el niño/a y la familia, evitando hacerlo coincidir con situaciones que puedan conllevar cierto estrés para el peque: nacimiento de hermanos/as, mudanzas, separación de los progenitores, enfermedad, fallecimiento de un ser querido, etc. Cuanta más calma haya en vuestro entrono, mejor.

Mi hijo/a controlaba los esfínteres, pero ha vuelto a hacerse pis y/o caca encima. ¿Por qué?

En ocasiones los peques sufren ciertos retrocesos que pueden considerarse normales cuando van de la mano de situaciones de cambio o estrés para ellos. Por ejemplo: al inicio de curso, con el nacimiento de un hermano/a, un cambio de colegio, una separación de los papás, una situación traumática en el cole, etc. Otras veces no sucede nada excepcional en el entorno, pero ellos/as se hallan en un proceso de cambio interno y se manifiesta haciéndose pis o caca encima. Observad cómo evoluciona, y si esta situación persiste en el tiempo, consultad con el pediatra o con vuestro/a profesional de referencia en Atención Temprana.

Mi hijo/a hace pis en el wáter, pero la caca no. ¿Por qué?

Como punto de partida es fundamental descartar una causa médica. A veces puede llevar pequeñas heridas causadas por estreñimiento y que su pediatra podrá valorar y tratar de la forma más conveniente.

En otras ocasiones la causa puede ser más emocional: a lo mejor no estaba preparado para dejar el pañal y se ha sentido presionado, o se ha asustado por algo al hacer caca y ha asociado ese momento a algo peligroso (por ejemplo, miedo a caer dentro del wáter), o está tratando de reclamar más atención por el motivo que sea, o se están dando cambios en el entorno familiar (llegada de hermanito, inicio de escolarización, mudanza, cambio de habitación de dormir, etc.).

Cada peque es diferente a todos los demás, por lo que si os preocupa algo concreto relativo a vuestro hijo/a os recomendamos que lo consultéis con su pediatra, o con vuestra profesional de Atención Temprana de referencia.

¿Qué puedo hacer hasta que note que mi hijo/a está preparado para dejar el pañal?

Mientras van madurando, es bueno hablar con los niños y niñas de manera natural acerca de este proceso. Para ello resulta interesante que os vean a vosotros hacer pis/caca en el wáter, jugar a poner muñecos a hacer pis/caca, responderles sin tapujos a cualquier pregunta que nos hagan al respecto, contar algún cuento relacionado con el control de esfínteres, etc.

Orientaciones generales para abordar la hora de dejar el pañal:

• Emplead ropa cómoda para favorecer su autonomía.
• Al principio es recomendable crear una rutina, ofreciéndole ir al wáter en momentos clave, como por ejemplo nada más levantarse, antes de salir de casa, tras las comidas (para aprovechar el movimiento intestinal), antes de ir a dormir, etc. Y si observáis que sigue un patrón regular de evacuación, mantenedlo y respetadlo.
• Estad pendientes de los signos que muestran que tiene ganas de hacer pis/caca (se mueve más, se queda quieto o se esconde sin motivo aparente, cruza las piernas, se toca el pantalón, etc.) e invitarle a ir al baño.
• Cuando lo invitéis hacedlo de manera positiva (por ejemplo: “es hora de hacer pis”, “vamos al baño”, etc.), evitando frases negativas como “vamos a hacer pis que, si no te lo harás encima”.
• Una vez haya hecho pis/caca en el wáter, podéis hacerle consciente de este logro, pero sin grandes elogios, dándole la normalidad que el propio hecho tiene. Por ejemplo, decirle “¡Has hecho pis en el wáter!”, pero no “¡Por fin haces pis en el wáter, que ya eres muy mayor!” o “¡Vamos a contarle a la abuela que has hecho pis en el wáter!”, ni mucho menos dar premios por conseguirlo. 
• No alarguéis excesivamente el tiempo de estar sentado en el wáter (que no exceda los 5 minutos aprox.). Si en este tiempo no ha logrado hacer nada no pasa nada, daremos normalidad y ofreceremos más adelante de nuevo.
• Cuidad su alimentación: dadle prioridad a la fibra natural (verdura y fruta) y que se mantenga bien hidratado (preferentemente agua), ya que la fibra que no está bien diluida tiene un efecto contrario y provoca estreñimiento. Promoved también el movimiento físico, pues es fundamental para tener un buen tránsito intestinal.
• Valorad cualquier aproximación al wáter, por pequeña que parezca, incluso cuando no llegue a tiempo a hacer pis/caca en él.
• Eliminad cualquier actitud negativa ante cualquier escape.
• Dadle mucha naturalidad al proceso. Que no note que os afecta el control de esfínteres. No hay un tiempo determinado para lograr el control de esfínteres, así que lo mejor es tomárselo con calma.
• Tened mucha paciencia, lo habitual es que le cueste un tiempo controlarlo.
• Consultad con su pediatra o con vuestro profesional de Atención Temprana de referencia para resolver cualquier duda específica de tu peque.