¿Qué es?

Es un arte antiguo en el cual se potencia el vínculo afectivo y la interacción entre los padres y sus hijos, conectando con el mundo corporal y emocional del niño. Aporta numerosos beneficios tanto físicos como emocionales, en padres y niños. Más allá de la técnica, es un acto de amor.

Beneficios en el niño/a

Estimula

• Aparatos: circulatorio, digestivo y respiratorio.
• Sistemas: hormonal, inmunitario, linfático, nervioso, propioceptivo y táctil.
• Desarrolla: lenguaje, capacidad de aprendizaje, tono muscular.
• Potencia: integración sensorial, conexiones neuronales y conciencia corporal.

Potencia la interacción

• Comunicación verbal / no verbal.
• Amor, respeto, tolerancia, empatía.
• Vínculo afectivo.
• Apego seguro.
• Tiempo mutuo de calidad.
• Atención individualizada.
• Contacto temprano con ambos padres. Imitación.

Relaja

• Mejora patrones de sueño.
• Aumenta la capacidad de autorregulación.
• Normaliza el tono muscular.
• Disminuye las hormonas del estrés.
• Aumenta las hormonas de relajación.
• Regula el nivel de alerta y de actividad.
• Descanso positivo.

Alivia

• Gases y cólicos.
• Estreñimiento.
• Calambres gastrointestinales.
• Dolores de crecimiento.
• Molestias por dentición.
• Tensión física y psicológica.
• Desorganización del sistema nervioso.

Beneficios en el adulto

• Reduce las hormonas del estrés.
• Aumenta las hormonas de relajación.
• Favorece el sueño.
• Mejora autoestima y confianza.
• Tiempo de calidad con tu hijo.
• Promueve el vínculo afectivo.
• Promueve el apego seguro.
• Aprender a observar y respetar las señales del bebé.
• Favorece la implicación temprana del padre en la crianza del recién nacido.
• Favorece la participación de toda la familia.