15 Marzo, 2023

¿Cómo acompañar una rabieta de manera respetuosa?

Un niño consuela a un bebé llorando

Debemos saber que:

  • Es clave que el niño sienta la comprensión del adulto y se sienta respetado.
  • Las emociones se suelen contagiar con facilidad a causa de las neuronas espejo; cuanto más en calma estemos, y más conscientes seamos del momento, mejor.
  • Los niños imitan lo que ven, y los papás y mamás somos sus modelos de referencia. Ellos responderán a sus emociones de manera muy similar a como lo hagamos nosotros.
  • Si tu estado emocional no es el adecuado para acompañar la rabieta, delega en otra persona, o tómate tu tiempo para poder enfrentarte de manera respetuosa a esta situación.
  • Cuando sintamos que la situación nos está sacando de nuestras casillas viene bien recordar que el cerebro de tu hijo o hija está en construcción, y que, en él o ella, las emociones se dan sin filtro.
Rabieta de niño

Lo que sí hay que hacer

  • Trata de mantener la calma.
  • Agáchate para ponerte a su altura y contacta visualmente con el niño/a.
  • Conecta, sintoniza con la emoción del niño, respétala, valídala y acepta el estado emocional que esté experimentando en ese momento. «Noto que estás enfadado / triste / frustrado…».
  • Escúchalo con interés. No juzgues ni te defiendas, sólo escucha.
  • Hazle saber que entiendes su enfado, pero que sigue habiendo unos límites de convivencia. «Respeto que te enfades, pero no puedo permitir que me pegues o que te hagas daño».
  • Estate presente en la situación. Ignoraremos sus conductas disruptivas, pero no al niño.
  • Respeta su espacio y su tiempo. Hay niños que necesitan unos minutos para calmarse y/o para permitir el contacto físico (cercanía física, abrazo…).
  • Ofrécete disponible para cuando él o ella te necesite. «Estoy aquí para cuando me necesites».
  • Cuando todo ha pasado, acoge al niño/a con lo que necesite (abrazo, mimos…).
  • Recuérdale que le querrás siempre y por encima de todo, incluso cuando está enfadado/a.
Padre reprochando al hijo

Lo que no hay que hacer

  • Trata de no minimizar ni ridiculizar su emoción. «No es para tanto», «Lloras por una tontería».
  • No le exijas que se calme. «¡Cállate ya!»
  • Evita ponerte al nivel del niño: gritar, confrontarle, recriminarle. Esto sólo aumentará el nivel de irritación del niño/a.
  • No lo dejes solo durante la rabieta ni lo ignores.
  • No permitas agresiones físicas (a sí mismo, a los demás, o al entorno).
  • Trata de no dar sermones ni explicaciones excesivas. Si sabes que el niño/a te ha entendido, no hace falta seguir argumentando.
  • Evita manejar la situación cuando tú también estás muy enfadado. En ese estado, las zonas cerebrales responsables del razonamiento están desactivadas.
  • Trata de no hablar sobre lo ocurrido demasiado pronto (en cuanto baja un poco la intensidad de la rabieta). Es mejor esperar a que se calme por completo.
  • No te lo tomes como algo personal; no es un ataque hacia nosotros.
Siluetas padre y niño