2 Septiembre, 2024
Cómo acompañar la vuelta al cole

Se acerca septiembre, y con él la vuelta al cole. Para los que es vuestra primera vez, es completamente normal que este momento os preocupe y sea el motivo de que, durante un tiempo, sintáis un sinfín de sentimientos a la vez (alegría, tristeza, preocupación, nerviosismo, nostalgia, etc.) que pueden ser difíciles de manejar.
Pero calma, aquí os damos algunos consejos sobre cómo acompañar el momento de despediros de vuestros peques, y hacer más llevadero ese momento tanto para vosotros como para el niño o la niña.
1. ANTICIPA
La percepción del tiempo en los niños no es igual que en los adultos; cuando uno es pequeño, siente que el verano es larguísimo. Por ello os recomendamos que, cuando queden un par de semanas para volver o iniciar el cole, vayáis anticipando su llegada. ¿Cómo lo podemos hacer? Pasando por la puerta de entrada y explicando que ese será el lugar al que entrarán junto a los papás y por donde saldréis al ir a recogerles, ir a jugar al parque que esté al lado, pasear por los alrededores, o preparando y haciendo partícipe al niño/a de su propio material dejándole elegir lo que más le guste. Si son pequeños y todavía no necesitan llevar nada más que su almuerzo, podéis incluir simplemente estos materiales en los momentos de juego en casa: jugar a abrir y cerrar la mochila para rescatar algún muñeco, emplear pinturas, rotuladores o tizas en folios o pizarras, tocar o explorar gomas, plastilina, el papel de aluminio o el tupper en el que va envuelto el almuerzo, etc.

2. SALID CON TIEMPO SUFICIENTE
Las prisas no son buenas consejeras para nadie. Es mejor madrugar un poquito más para arreglarse y tomar el desayuno con tranquilidad, que acudir al colegio con prisas y agobios desde primera hora de la mañana. Esto favorecerá un estado de bienestar en vuestros peques, tan necesario sobre todo en estos primeros días de cole.

3. DESPÍDETE
Intentad llegar a la puerta de clase o del colegio andando, cogidos de la mano. Evitad que el niño/a esté cogido en vuestros brazos, ya que, si no, es responsabilidad del profesor “arrancaros” a vuestro peque, y esto suele resultar mucho más traumático para todos. Lo ideal sería que esta separación surgiese sin la implicación del profesor, ya que vuestro hijo/a puede llegar a asociarlo con el rol de “culpable” de la separación entre él y sus papás. Conseguir una relación de confianza con el tutor/a hará que os sintáis cada vez más seguros a la hora de enfrentaros al momento de la despedida. No dudéis en preguntar, comunicar y trasladarle la información que necesitéis sobre vuestro peque.

Además, es altamente recomendable no alargar demasiado el momento de la despedida, independientemente de la emoción que el niño/a presente en ese momento. Podéis establecer una pequeña rutina de despedida, como, por ejemplo, cantar alguna canción o deciros algo especial entre vosotros, daros siempre el mismo número de besos o abrazos, hacerlo siempre en el mismo lugar… y recordadles que cuando se termine el tiempo del cole, papá, mamá o quien sea la persona encargada, le estará esperando para recogerle y seguir con el día.
Evitad iros sin despediros, aunque el niño esté tranquilo o entretenido con otra cosa. Esto ayudará a entender que papá o mamá no han desparecido de forma inesperada, sino que se ausentan un tiempo para luego volver.

4. VALIDA SU EMOCIÓN
Es completamente respetable que el peque exprese en algún momento que no quiere ir al colegio. Os invitamos a poneros en su lugar y a validar su emoción verbalizando en un primer momento que es normal que en ocasiones se sienta así, porque son muchas horas sin estar en casa, sin tener sus juguetes favoritos, o el motivo que detectemos que sea la causa de dicha emoción. Frases como “¿Por qué lloras, si aquí te lo pasas tan bien?” no harán que esa emoción desaparezca, y además le hará sentirse cuestionado.
Una vez hayamos conectado con lo que el niño/a puede estar sintiendo, intentemos calmar y darle un feedback de aquello que sí que le gusta hacer en el colegio. “Es verdad que no tienes tu pelota favorita en el cole, pero acuérdate que te diviertes mucho con la cocinita que es más grande que la de casa, o que te encanta jugar al escondite con tus amigos, o que tu profesora es muy divertida y os reísteis mucho con el último cuento”, etc.
5. CALMA
Mostraros tranquilos y calmados hará que el peque no aumente su nerviosismo. Recordad que vuestro estado emocional influye en el de vuestros pequeños, y el de ellos en vosotros.
Tampoco es aconsejable decirles afirmaciones que no son ciertas, del tipo “Mamá viene ahora”, “papá te espera aquí” o “después te traigo una sorpresa”. Estos son algunos ejemplos de comentarios que se hacen con la mejor intención pero que NO ayudan a que el peque viva ese momento con más calma, sino al contrario; pueden generarle mayor frustración si a media mañana ve que no estáis donde le habéis dicho que ibais a esperar, o si no lleváis la sorpresa que mencionabais. En caso de que sintáis la necesidad de tranquilizar a vuestro peque, hacedlo con promesas o frases que podáis cumplir, como, por ejemplo: “En cuanto acabe el cole vengo a buscarte” o “Te echaré de menos, pero por la tarde haremos este plan juntos”.
Sobre todo los primeros días de escolarización, buscad reducir elementos, personas o situaciones que os generen estrés, y aprovechar aquello que os haga sentir tranquilidad, favoreciendo en todo momento el compartir cómo os sentís.

6. ACOMPAÑA
Por último, es recomendable reforzar verbalmente al salir, cuando el niño/a se muestre contento o tranquilo, con frases como “¡Qué sonriente sales! Eso seguro que es porque te lo has pasado fenomenal”. Esto le dará calma, y le ayudará a enfrentar mejor la despedida al día siguiente.

Y si tu peque sale del cole enfadado o triste, mantén la calma y transmítele la seguridad que tanto necesita en ese momento. Permítele expresar su emoción, sea cual sea (ira, rabia, tristeza…), y acompáñale con un abrazo si lo acepta, o simplemente con tu presencia si necesita su espacio personal. Evita interrogatorios. En ese momento es mejor no agobiar con preguntas sobre lo que le hace sentir así, y sólo cuando se encuentre en calma podéis ayudarle a poner palabras a su emoción y a lo que le ha llevado a ella. Y vosotros, papás y mamás, tratad de afrontar el día siguiente con naturalidad, dejando a un lado la idea de que quizá vuelva a llorar, porque llegará el día en que finalmente se quede en el cole tranquilo/a y feliz.
Si lo necesitáis, podéis consultar con vuestra profesional de referencia para recibir orientación al respecto.
¡Feliz inicio de curso!