23 Agosto, 2024
Celos entre hermanos

¿Tus hijos se pelean constantemente? Es habitual que los hijos muestren celos entre ellos; se trata de un estado afectivo natural frecuente en los niños/as que suele evolucionar favorablemente con el tiempo.
Los celos son respuestas que debemos entender como un proceso de adaptación y maduración en la evolución de los menores, y se caracteriza por el miedo a perder el cariño y la atención de sus figuras de referencia. Además, normalmente va acompañado de la emoción de la envidia hacia su hermano, al que percibe como un rival.
¿Cuáles son las causas de los celos infantiles?
Los celos suelen activarse con frecuencia ante la llegada de un nuevo hermano/a. Hasta ahora, el niño había recibido atención y cariño exclusivo, pero esta situación supone un cambio muy importante en la vida diaria de todos los miembros de la familia, por lo que es habitual que se sienta reemplazado, y que esto afecte en cómo se siente y cómo se comporta.
El principal motivo de los celos suele ser por el momento evolutivo en el que se encuentran los peques. Esta situación es propia en la primera etapa infantil, donde destaca el egocentrismo, es decir, se sienten el centro del universo, y el sentido de posesión, donde consideran que todo es suyo. Por ello, es frecuente que se activen los celos y reaccionen demandando atención, o con actitudes de oposición hacia su hermano.

¿Cómo se manifiestan?
- Sueño. Puede ser que les cueste dormir solos y necesiten la figura de un adulto de referencia para hacerlo, incluso cuando antes ya eran capaces de ello. También pueden manifestar insomnio, despertares en mitad de la noche o terrores nocturnos.
- Alimentación. Es posible que coman menos que antes, o tengan dolores de tripa, o vómitos involuntarios o provocados. También puede darse el caso de que coman con mayor ansiedad.
- Conducta. Quizá respondan negativamente ante situaciones que antes aceptaban, o desafíen a familiares o profesores. En ocasiones se aíslan socialmente o, por el contrario, muestran mayor necesidad de afecto y demandan con mayor frecuencia que les digas que los quieres.
- Regresiones. En ocasiones muestran un lenguaje más infantil de lo habitual, o repiten palabras y frases de forma compulsiva. A veces también vuelven a hacerse pis/caca cuando antes ya controlaban los esfínteres sin dificultad.
- Cambios en el estado de ánimo. Pueden pasar de estar alegres a estar tristes, de estar activos a inactivos, o llorar frecuentemente sin motivo aparente.

¿Qué podemos hacer ante los celos infantiles?
- Normalizar, no alarmarnos, y entender que es una etapa más que están atravesando nuestros hijos y acabará pasando.
- Debemos estar atentos a estos signos conductuales y emocionales, y entenderlos como una respuesta ante una situación que están viviendo de forma frustrante, y no como un reto contra el adulto.
- Estimular la identificación y expresión de emociones en familia. Es importante ponerle palabras a cómo nos sentimos en cada situación, y tratar de ayudarles a regular sus emociones sin negarlas.
- Evitar los gritos o descalificaciones ante signos y muestras de celos. Desecha cualquier expresión del tipo “Es más pequeño y lo tienes que cuidar”, “¿No quieres a tu hermano?”, o “Tienes que compartir porque eres el mayor.”

Tips para afrontar los celos ante la llegada de un nuevo hijo/a a la familia
- Anticipar al peque lo que va a suceder una vez nazca el bebé, y qué cambios va a conllevar esta nueva situación. En muchas ocasiones los peques responden de manera desajustada simplemente porque no se les ha explicado adecuadamente qué implicaciones tiene el que llegue un nuevo hermanito/a a la familia. Un buen recurso es emplear cuentos relacionados con este tema.
- Hacer partícipe al hermano/s mayor/es de las tareas que conlleva la llegada del bebé. Por ejemplo, ayudar a preparar la cuna o la habitación, o una vez nacido, que participe en tareas de higiene y cuidado en función de sus posibilidades (tirar el pañal a la basura, acercarnos la toalla para secar al bebé, etc.).
- En la medida de lo posible, evitaremos hacer coincidir la entrada del peque a la escuela infantil con el nacimiento del hermano/a, ya que esto puede hacerle sentirse desplazado. En su lugar, es preferible iniciar la escuela infantil unas semanas antes del nacimiento para que no asocie guardería a llegada del bebé.
Tips para abordar los celos entre hermanos un poquito más mayores
- Tratar de hacer consciente al peque que sufre de celos de las situaciones cordiales compartidas con su hermano. Por ejemplo, cuando estén jugando juntos podemos decirle frases como “¡Qué divertido es jugar con tu hermano!”, “¡Qué bien os lo estáis pasando!”, “¡Qué suerte jugar juntos para poder compartir los juguetes, así tenéis más!”. O ante las muestras de cariño entre ellos decirles “¡Cuánto os queréis!”. De este modo pondremos en valor lo positivo de tener un hermano.
- Resulta muy efectivo dedicarles un tiempo individual a cada hijo. Es importante que ese sentimiento de exclusividad que tenían cuando eran hijos únicos se siga conservando en el tiempo para que continúen sintiendo que son importantes en la familia. Para ello, dedicad semanalmente un ratito (no tiene por qué ser un tiempo largo, ni ambos padres a la vez) a cada peque de manera individual, donde podáis hacer alguna actividad que le guste (ir al parque, jugar a su juego favorito, hacer una manualidad, etc.). De este modo reforzaréis la autoestima de cada peque.
- Favorecer también el juego y las actividades compartidas con todos los hijos para generar un clima de armonía entre los hermanos y potenciar la cooperación. Por ejemplo, juegos de mesa, realizar excursiones o viajes en familia, etc.
- Fomentar la cooperación entre hermanos a través de las tareas del hogar. Para ello asignaremos responsabilidades diarias a cada miembro de la familia, donde todos colaboren acorde a sus posibilidades. Por ejemplo, tratar de que ambos hermanos ayuden a hacer la comida, a poner la mesa, a poner la lavadora, etc.
- Enseñar habilidades básicas, como pedir perdón cuando así lo sentimos, pedir las cosas por favor, dar las gracias, o desarrollar estrategias para resolver un conflicto entre hermanos. Tras una pelea, por ejemplo, podéis analizar la situación preguntando “¿Cómo crees que se siente tu hermano? ¿Qué podemos hacer para sentirnos bien ambos? ¿Qué consecuencia vemos justa tras esta conducta que he realizado?”
- Ser un buen modelo a seguir. Para los peques es fundamental este aspecto, ya que aprenden de nosotros y de nuestras acciones, absorbiendo todo aquello que los adultos hacemos y decimos.
Si necesitas más orientaciones sobre cómo abordar los celos entre hermanos, consulta con tu profesional de referencia.