26 Julio, 2023

Ocio para unos; descanso para otros

La visita al Mobility City fue una de las actividades incluidas

Una total de 119 personas con discapacidad física y/o intelectual se beneficiaron de forma activa de un abanico de acciones de ocio gracias al proyecto ‘Meraki’ de Fundación ‘la Caixa’. El Centro de Actividades Socioculturales de Fundación Dfa se encargó de diseñar y de coordinar este programa desarrollado durante el último año para usuarios y usuarias de entre 36 y 64 años.

Una parte de las actividades programadas estuvieron dirigidas a la promoción de la autonomía de las personas participantes. Revista y comunicación digital, nuevas tecnologías, cocina, yoga adaptado, habilidades sociales…  Hasta ocho talleres de una sesión por semana y diversa índole se impartieron en el Edificio Josemi Monserrate para para tratar de cubrir diferentes gustos y aficiones. Al final, cada uno de ellos contó con la asistencia de media de 11 hombres y mujeres, a la que hay que sumar la representación del voluntariado.

La actividad no cesó durante los fines de semana. Con una previsión inicial de 40 actividades lúdico-temporales, al final fueron más de 50 las que disfrutaron hasta 83 personas con discapacidad. Museos, salas de exposiciones, instalaciones deportivas… Cualquier escenario sirvió para cumplir uno de los objetivos fundamentales. «Todas las actuaciones estuvieron destinadas a impulsar el bienestar físico, emocional y social, además de contribuir a que participen en la sociedad de acuerdo con sus necesidades, deseos y capacidades. El resultado es una mejora en su calidad de vida», aseguró Patricia Gascón, responsable del Centro de Actividades Socioculturales.

El colofón final estaba previsto para este final de julio. La localidad de Sabiñánigo es el destino elegido para el tradicional viaje vacacional. 19 usuarios y usuarias del programa tienen la oportunidad disfrutar desde este jueves en convivencia alternando su rutina habitual.

Impulsar las relaciones sociales

Ya sea a través de estos viajes, de los talleres semanales o de las visitas programadas para los fines de semana, las personas participantes ven cómo se incrementaban sus relaciones sociales compartiendo momentos de ocio y diversión. De esta forma se hizo realidad otro de los compromisos que se persiguen a través del programa.

Este completo calendario, además, permitió satisfacer otro de los fines para los que estaba diseñado: la conciliación y el respiro familiar. «Todo lo que hemos hecho beneficia de forma indirecta a familias y cuidadores, ya que se les abre un tiempo que sirve para que retomen su espacio personal de ocio o, simplemente, de descanso», explica Gascón.

Parte del éxito de esta ajetreada agenda se debe a la desinteresada labor del equipo de voluntariado. 55 personas estuvieron presentes en las actividades, aportando compañía y colaboración en los distintos actos.