En el escenario del Centro Cívico Río Ebro, la magia del teatro y la inspiración de los Juegos Paralímpicos se fusionaron en una obra única que dejó una profunda huella en el corazón de los asistentes. La obra, titulada ‘Vaya odisea’, fue interpretada por el talentoso grupo de actores con discapacidad del Centro de Día Rey Fernando.

El telón se levantó para ver a Zeus convocando a los dioses y diosas del Olimpo ante una humanidad sumida al borde del abismo. Como solución, Eros, Poseidón, Ares y Atenea, entre otros, deciden que unos Juegos Paralímpicos en los que prime el compañerismo, la superación y la deportividad es la mejor solución.

Fútbol, gimnasia, tenis, natación en aguas abiertas… Hasta una interpretación emotiva de un especialista en artes marciales que tuvo éxito donde fracasó un japonés de Cádiz, que salió algo perjudicado, y un mentalista. Las escenas se sucedieron captando la atención de los presentes.

La representación también hizo un llamamiento a la reflexión en torno a ese hilo rojo que une a las personas, sobre mantener una relación sana, y, por encima de todo, sobre la necesidad de escuchar a las personas con discapacidad, de darles voz y de tenerlas en cuenta.

Como toda cita olímpica que se precie, finalizó con la entrega de medallas, las coronas de laurel y los agradecimientos para poner en pie a una sala que quiso premiar a sus protagonistas con una gran ovación.

En la función participó una veintena de excelentes actores y actrices, quienes, con el apoyo de las educadoras del centro de día, se desprendieron de la vergüenza y disfrutaron sobre el escenario. «Esta obra es una forma de potenciar la autodeterminación que pretendemos potenciar en estos chicos y chicas a lo largo de todo el año», comentó Ana López, una de las educadoras.

La iniciativa estaba enmarcada dentro del proyecto 'Más 21', del que forman parte jóvenes de entre 21 y 25 años con diferentes discapacidades.