La Declaración de Davos reclama de un lado la necesidad de fomentar, bajo la denominación de Baukultur, la cultura del habitar, la calidad del espacio construido; y de otro, la necesidad de promover políticas públicas que lo impulsen, desarrollen y sitúen en el centro de las transformaciones urbanas.Así, en ella se define una posición común europea en pro de la calidad del entorno construido, crucial para dirigir las transformaciones urbanas impulsadas, tanto por las políticas europeas como las de sus estados miembros, y las estrategias y agendas urbanas correspondientes que transformarán nuestras ciudades en los próximos años.Para Ricardo Marco, Decano del colegio Oficial de Arquitectos de Aragón, se trata de “un texto que reconoce la importante contribución de un entorno construido de alta calidad que permita lograr una sociedad sostenible caracterizada por la diversidad cultural, el bienestar individual y colectivo, la justicia y cohesión social y la eficiencia energética y económica. La ciudad, no puede ser reducida exclusivamente a valores de cambio, debe primar el valor del uso de calidad vital al servicio del ser humano.”Como parte integrante de la sociedad, Fundación DFA se ha adherido a esta Declaración junto a diversas entidades y administraciones (Gobierno de Aragón, Ayuntamiento de Zaragoza, Ayuntamiento de Huesca, Ebrópolis, ECODES y Grupo social ONCE entre otros) en un acto desarrollado en las instalaciones del Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón.