18 Octubre, 2024

El CRIET de Albarracín sensibiliza sobre la discapacidad

Niños reunidos en torno al tablero del Ciudades Accesibles

Fundación Dfa tiene muy presente la importancia de la sensibilización en torno a la discapacidad. Ese esfuerzo por conocer, entender y tratar cómo facilitar la vida de las personas con discapacidad tiene especial relevancia en la población joven. Por eso, entre las actuaciones habituales de la entidad a lo largo y ancho de todo Aragón es tratar de concienciar en los centros educativos. El juego 'Ciudades Accesibles' proporciona desde hace casi ya dos años una herramienta lúdica imprescindible para tal fin y la lista de centros educativos por los que ha pasado esta iniciativa es larga. En el comienzo del curso actual se ha sumado también el CRIET de Albarracín.

El pasado miércoles tuvo lugar la primera de las seis sesiones con dinamización del juego en el formato de lona, fichas y dado gigantes. Desde entonces y hasta el 27 de noviembre, fecha en la que está prevista la última jornada, se espera que pasen por allí y participen en la actividad cerca de 300 alumnos y alumnas de 5º y 6º de primaria de las diferentes comarcas turolenses. A través del 'Ciudades Accesibles' aprenderán conceptos sobre la discapacidad, la accesibilidad y las barreras sociales, arquitectónicas y comunicativas.

«La posibilidad de participar a través de un tablero, unas fichas y un dado gigante hace que el alumnado se involucre todavía más si cabe. De esta forma, los chicos y chicas acaban teniendo una visión diferente de lo que significa tener discapacidad, de cómo se sienten las personas con discapacidad y de cómo deben tener un trato adecuado hacia esta parte de la sociedad», explica María José Salvador, trabajadora social del Centro de Apoyo Social de Dfa en la capital mudéjar.

Además de la dinamización de estas partidas, las visitas al CRIET de Albarracín tienen una segunda parte. Si el juego viene a aportar la parte teórica de la jornada de sensibilización, la yincana o actividad en primera persona se erige como la parte práctica. Este Centro Rural de Innovación Educativa de Teruel sirve de escenario para que los jóvenes pudieran comprobar desde su propia experiencia cómo en ocasiones las personas con discapacidad no tienen las mismas facilidades para moverse que el resto de la población. Las barreras arquitectónicas o de accesibilidad forman parte del día a día en el entorno de las muchas personas que se mueven en sillas de ruedas, con muletas o bastones.

Estas actuaciones se enmarcan en el proyecto ‘Somos diversidad’, perteneciente a los Programas de Interés Social en Aragón con cargo a la asignación del IRPF.