7 Abril, 2022
Carmen Bastón, Reale Foundation, ATAM y Ayto. de Jaca reciben los Zangalleta
Reale Foundation, ATAM, el Ayuntamiento de Jaca y Carmen Bastón Rial recibieron este miércoles los premios Zangalleta 2022 de Fundación Dfa. Alrededor de un centenar de personas se dieron cita en la Sala de la Corona del Edificio Pignatelli. La sede del Gobierno de Aragón acogió la XXVII edición de estos galardones que se entregan en reconocimiento de la labor de personas, colectivos o instituciones por los derechos de las personas con discapacidad, la superación de barreras sociales y arquitectónicas y la inclusión social.
Ana Sánchez Borroy, periodista de Radio Zaragoza, fue la encargada de conducir una emocionante ceremonia que arrancó con el discurso inaugural de Marta Valencia, presidenta de Fundación Dfa. Valencia quiso mandar un mensaje de solidaridad a la ciudadanía ucraniana antes de poner en valor el denominador común de los premiados: «Los proyectos que desarrollan tanto Reale Foundation como ATAM, los planes y normativa desarrolladas por el Ayuntamiento de Jaca y el trabajo del día a día de Carmen se centran en las personas, en hacer su vida mejor y, muy especialmente, la de las personas con discapacidad».
Carmen Bastón fue la encargada de recoger el primero de los premios. Lo hizo de manos del consejero de Acción Social y Familia del Ayuntamiento de Zaragoza, Ángel Lorén. La loa corrió a cargo de Cristian Bascuñán, abogado de Fundación Dfa, quien dedicó unas palabras de cariño a la empleada jubilada del Ayuntamiento de Zaragoza, cuya trayectoria profesional ha estado siempre vinculada a los servicios sociales y, en especial, a las entidades que trabajan y representan a las personas con discapacidad. «Sin su impulso, capacidad de escucha, liderazgo y el firme convencimiento de que la función pública debía implicarse drásticamente en el nuevo horizonte de accesibilidad universal, nada hubiera sido lo mismo», destacó Bascuñán.
Carmen Bastón se mostró visiblemente emocionada y agradecida sobre el escenario, pero también optimista: «Lo que vamos a hacer y lo que podemos hacer juntos va a marcar la vida de muchas personas; espero que Zaragoza sea una ciudad más inclusiva y mejor para todos y todas». Bastón, además, recordó que «las Inversiones en accesibilidad generan muchos beneficios».
A continuación, José Carlos Pardo, coordinador del área de Secretaría Técnica de Fundación Dfa, aplaudió el compromiso y la vinculación altruista de Reale Foundation con los objetivos de la entidad aragonesa, gracias a los cuales han visto la luz diversos programas dirigidos a niños y niñas con discapacidad y alteraciones en el desarrollo, así como a sus familias. Pardo valoró «el excelente voluntariado corporativo que los compañeros de Reale desempeñan de forma altruista, silenciosa y constante en Dfa y otros lugares de España».
La delegada del Gobierno en Aragón, Rosa María Serrano, hizo entrega del galardón a Arancha Escalada, responsable de RSE de Real Seguros, quien explicó el fuerte componente que invade a su compañía cuando se trata la discapacidad: «Decir que trabajas por la discapacidad no es adaptar un baño, es mucho más que esto. Con el proyecto de Dfa creíamos que nuestra compañía y la Fundación hacíamos un poco más por la discapacidad».
La labor que ATAM lleva a cabo en el terreno de la investigación e implantación de proyectos para hacer de la tecnología una herramienta para derribar barreras y facilitar la autonomía personal fue reconocida después. La directora del área de Infraestructuras de Fundación Dfa, Beatriz Aranda, en su loa a la entidad social de Telefónica, apuntó como ejemplo el proyecto Vivelibre y alabó la apuesta de ATAM por tratar de que «la atención a las personas vulnerables no quede en manos de entidades que comercien con los datos o reduzcan y etiqueten a las personas, sino en entidades con un claro carácter social que traten a la persona como un individuo único».
La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, le ofreció el galardón a Ignacio Aizpún, director de ATAM, quien señaló que «no somos conscientes de la revolución tecnológica que nos rodea, no solo desde el aspecto superficial sino también desde lo más profundo de aquello que nos hace humanos». Para conocer la interpretación de este hecho en la discapacidad, Aizpún apuntó que «decidimos jugar un papel activo para entender el papel que las entidades sociales debían tener. No lo podíamos hacer solos y por eso encontramos un compañero de viaje en Dfa con quien explorar este mundo futuro».
El premio Zangalleta para la institución pública recayó en el Ayuntamiento de Jaca. Su mérito, como resumió la directora del área de Centros Sociales de Fundación Dfa, Pilar Moreno, es claro: «Desde el principio el Ayuntamiento de Jaca ha querido que la ciudad sea accesible en todas sus dimensiones». El presidente de las Cortes de Aragón, Javier Sada, le entregó la escultura ‘Libertad’ al alcalde de la ciudad altoaragonesa, Juan Manuel Ramón. El edil desveló una premisa básica en el Consistorio de Jaca: «La primera norma es que no se hace nada sin tener en cuenta el impacto ambiental y la atención a la discapacidad. Si uno siempre tiene esa visión, todo es más fácil».
Ramón recordó que la ordenanza urbanística de la ciudad obliga a que cualquier cambio de titularidad, reforma o apertura de un negocio debe cumplir con la normativa sobre la discapacidad y destacó la instalación del primer elevador público viario que se va a inaugurar próximamente.
Para finalizar, María Victoria Broto abrochó el acto con un recorrido al momento actual que vive la sociedad, marcada por la pandemia y por la guerra, sin quitar ni un ápice de importancia al valor que tenía la ceremonia de los Premios Zangalleta: «Estamos celebrando el acto para reivindicar la inclusión, la igualdad y para una cosa muy importante: que pase lo que pase, no podemos tolerar ningún retroceso. Siempre tenemos que caminar hacia adelante y tenemos que valorar todo lo hecho hasta ahora».